domingo, 4 de abril de 2010

El Kalevala

Nicolai Kochergin

El Kalevala constituye la epopeya nacional finlandesa. Es el libro en el que se recoge la concepción filosófica del universo y la cosmogonía popular de ese pueblo, a través de los 50 cantos o runot recopilados a mediados del siglo XIX por Elias Lonnröt y que se suponen compuestos entre los siglos V y XII de nuestra era. En él se alaba a los hombres del Norte que luchan contra la naturaleza y se glorifican las virtudes domésticas y la sabiduría, junto al poder y la magia que provienen del Verbo. Refleja una sociedad ya desarrollada en la que se practica el culto a un solo Dios, Ukko-Ylijumala, en estrecha relación con la naturaleza.


Los héroes del Kalevala son seres humanos dotados de poderes extraordinarios: Lemminkäinen, joven seductor, que realizó valerosas hazañas para conquistar a la doncella de Pohjola; Ilmarinen, el herrero, que fabricó el sampo, especie de talismán que en lugar de traer la felicidad a los pueblos desencadenó una serie de guerras; Väinämöinen, anciano bardo, cuya sabiduría es fuente de vigor y que se vale del poder del Verbo para obrar maravillas sobre los elementos naturales, etc.


El Kalevala finlandés inspiró a JRR Tolkien, en cuya mente ya estaba tomando forma un universo mágico que estaba a punto de ser transformado por la lengua finlandesa y la leyenda.Si bien la imaginación del autor era enorme, el mundo de Tolkien y su elenco de personajes tienen raíces en la historia del mundo real y la geografía, las dos guerras mundiales que dominaron la vida de Tolkien a la lengua y leyendas antiguas de Finlandia.


El Kalevala es fundamentalmente una historia de un objeto sagrado que tiene poder, y la búsqueda de los héroes míticos que buscan ese poder, y buscar una manera de entender lo que significa, es como un viaje del alma y un viaje del espíritu. Aquellos que exploran el Kalevala pueden descubrir gran parte de la tierra de los elfos y su lengua, en los nevados bosques de abetos de la gran leyenda finlandesa.




XVIII - La guerra de la luna y el sol.
El viejo, el impasible Wainamoinen tocó el kantele por espacio de mucho tiempo; 
y se acompañaba cantando, y en torno suyo estallaba la alegría.
Los melodiosos acordes se elevaron hasta la morada de la luna, 
hasta el palacio del sol. Y la luna bajó a posarse en la copa de un abedul, 
y el sol en la cúpula de un abeto, a escuchar el kantele.
Entonces Madre Louhi, la vieja desdentada de Pohjola, 
cogió a la luna y al sol entre sus manos,  los robó, y los transportó a su nebuloso país.
Allí, para impedirle brillar, escondió a la luna en las entrañas de una roca de veteados flancos; 
y para impedirle irradiar escondió al sol en los profundos de una montaña de cobre.
 Después alzó su voz y dijo: 
"¡Oh luna, oh sol: ya no podréis salir de aquí a expandir vuestra luz hasta que yo misma venga a libertaros,
 hasta que yo venga a buscaros con nueve potrillos nacidos de una sola yegua!"
Y una vez que hubo escondido la luna, una vez que hubo enterrado el sol en la montaña de cobre y roca de Pohjola,
fue a robar también el fuego, a extinguir la lumbre en los hogares de Kálevala.
Entonces una noche sin fin, una noche impenetrable y tenebrosa se extendió sobre el mundo desolado;
 se extendió hasta el cielo, hasta las mismas esferas etéreas donde reina Ukko. 
Sufrían las plantas de la tierra, se angustiaban los rebaños, 
desfallecían los pájaros del aire, los hombres morían en el hastío.
(Elias Lönnrot El Kalevala 1835.)


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