domingo, 28 de febrero de 2016

Noruega.


Noruega: La península más septentrional de Europa se extiende hacia el sur, llegando casi hasta la costa alemana. Esta parte más meridional fue la primera que conocieron las gentes que habitaban al sur y al oeste de esta península. Su nombre nativo es «Skane», cuyo origen es incierto. Este nombre se latinizó, dando lugar a Scania. Habitualmente, el nombre de la región explorada o descubierta primeramente se suele aplicar a todo el territorio, de este modo toda la península pasó a conocerse como Escandinavia.
Durante la Alta Edad Media, la superpoblación de esta región septentrional fría y montañosa obligó a bandas errantes a practicar la piratería, la conquista, o bien a emigrar. Los habitantes de Escandinavia se llamaban a sí mismos vikingos (que significa «hombres de las bahías», ya que la costa atlántica de Escandinavia está llena de bahías); aunque para aquellos que padecían sus incursiones eran, simplemente «hombres del norte». A partir de esta expresión, y tras una serie de distorsiones, se llegó a la palabra que los califica: normandos. Este término dejó su huella en el mapa, ya que la parte occidental de esa península es, actualmente, Noruega (o, en la lengua del lugar, «Norge»)




sábado, 27 de febrero de 2016

Mjolnir.

 Mårten Eskil Winge - Thor's Battle Against the Jötnar (1872)

El martillo Mjolnir es sin duda uno de los objetos más conocidos de todo el paganismo germánico, y cuando el cristianismo empezó a amenazar seriamente su pervivencia, el uso de Mjolnir como alternativa pagana a la cruz de Cristo se acentuó, aunque también hubo intentos de asimilación de uno en otro, quizá porque un dibujo en forma de cruz había sido una de las alternativas tradicionales al martillo o la esvástica de Thor. La asociación de Thor con su martillo es incluso más importante que la de Odín con la lanza, y el nombre del martillo es muy antiguo, tanto que no están claras ni su etimología ni su significado, aunque probablemente quiere decir algo así como «Chispeante», en referencia al rayo. Está emparentado con armas similares de otros dioses indoeuropeos y también con el hacha de los grabados rupestres. Seguramente, al martillo, a través del hacha, se llegaría a partir de las «piedras del trueno», hachas de piedra del Paleolítico o el Neolítico, o bien de los fósiles: piedras todas ellas de extrañas formas, que no podían ser naturales pero tampoco se reconocían como obra humana. La presencia de uno de estos objetos en el suelo indicaba el lugar donde había caído un rayo, y la muerte o las heridas en una tormenta se debían a la caída precisa de esas piedras: igual que podemos herir con una piedra, un hacha o un martillo, quienquiera que haya lanzado el rayo ha arrojado con él una piedra que fue la encargada de causar el mal. Porque, no lo olvide, la naturaleza del rayo no se empezó a comprender hasta finales del siglo XVIII. Además, al golpear una piedra con otra saltan chispas y se escucha un ruido, de modo que el rayo y el-trueno deben de ser fruto de algo parecido pero en el ámbito sobrenatural. Sin duda, ahí arriba hay alguien que hace lo mismo que nosotros, pero sus acciones son mucho más violentas y sus repercusiones sobre los pobres mortales necesariamente más graves. El rayo mata a distancia, pues no podemos ver a quién lo arroja, así que debe de estar muy lejos; y caen uno tras otro, lo que debe significar que su dueño tiene muchos o, lo que es lo mismo, que puede recuperarlos al instante: características típicas de Mjolnir. Además, las piedras del trueno son pequeñas, pueden llevarse en cualquier sitio y nos resulta difícil imaginar que algo tan aparentemente insignificante haya sido capaz de rajar un árbol, matar todo un rebaño de ovejas o un grupo entero de personas. Ese tamaño ha de ser mera apariencia, y disimula algo mucho más grande y poderoso.

Enrique Bernárdez - los mitos germanicos.

jueves, 25 de febrero de 2016

Cosmología en la mitología eslava.


  El concepto cosmológico del Árbol del Universo o de la Vida , bastante típico entre los hablantes de lenguas indoeuropeas, está presente también en la mitología eslava, en forma de roble, pino, abedul o ciprés, árboles sagrados. El símbolo mitológico del Árbol es muy fuerte y ha sobrevivido a lo largo de los siglos en el folclore eslavo tras la llegada del Cristianismo. Según algunas leyendas, el árbol crece en el centro del universo, sobre la roca mágica Alátyr situada en la isla Buyan, que flota en la mar y que tiene a sus pies toda clase de animales ctónicos. Hay tres niveles del Universo localizados en el árbol: su copa representa el cielo, el reino de los dioses y cuerpos celestes, mientras que su tronco simbolizaba el reino de los mortales. Estos dos niveles a menudo se combinaban en oposición a las raíces, que representaban el submundo, el reino de los muertos. En contraposición a las creencias populares, parece ser que el mundo de los muertos para los eslavos en realidad era un lugar hermoso, lleno de llanuras de verde y tierna hierba, donde imperaba la eterna primavera. A veces se le conocía como Virei o Iri.
  El modelo de estos tres reinos en el Eje del Mundo inscrito en el Árbol tiene su correspondencia con una organización horizontal del mundo: el de los dioses y los mortales está situado en el centro de la tierra (si tenemos en cuenta que es plana, por supuesto), rodeado por un mar por el que se llegaría a la tierra de los muertos, a donde los pájaros migrarían cada invierno para regresar en primavera. En muchas referencias folclóricas, los conceptos de marcharse atravesando el mar y su contrario, regresar atravesando el mar, son equiparados a morir y regresar a la vida, lo que recuerda al antiguo concepto mitológico de llegar a la vida después de la muerte cruzando una superficie de agua. Además, el mundo también está separado en el eje horizontal por los cuatro puntos cardinales, que representan las cuatro direcciones del viento (norte, sur, este y oeste). Estas dos divisiones en tres reinos para el eje vertical y cuatro puntos para el cardinal tuvieron mucha importancia en la mitología, como se puede ver en las estatuas que representan a los dioses, particularmente las de Triglav de tres cabezas y Svantevit, de cuatro.
  El sol se entendía como una deidad femenina y la luna, masculina. Esta dicotomía es a primera vista contraria al concepto más extendido de las mitologías indoeuropeas, en las que el sol estaba normalmente asociado a deidades masculinas y la luna, a las femeninas, aunque es idéntico a la visión de la mitología germana y la mitología báltica, estrechamente relacionada con la eslava.

  Las tierras bálticas, fueron los últimos reinos paganos en Europa. Esta antigua cultura europea, permaneció intacta durante tanto tiempo debido al aislamiento natural de las regiones. La gente del Báltico habían sido tradicionalmente muy conservadores en sus creencias y prácticas, y era difícil hacerlos cambiar simplemente porque la nueva religión del cristianismo se fuera extendiendo tan rápidamente.


  

martes, 23 de febrero de 2016

La Carta Marina de Olaus Magnus (1539)


La Carta Marina es un mapa de los mares y países del norte. Fue creada por Olaus Magnus, y después de un trabajo de casi 12 años fue impreso en Venecia en 1539. A pesar de las criaturas dibujadas, la Carta Marina era el mapa más grande, más detallado y más preciso de cualquier parte de Europa hasta ese momento.
Las criaturas del mar dominan gráficamente el total de la Carta Marina, llamando la atención del espectador por su tamaño y formas fantásticas, que dan forma a los miedos de los marineros renacentistas.
Los monstruos marinos adornaron los mapas oceánicos desde el siglo X hasta el siglo XVII, donde los cartógrafos dibujaban bestias marinas para ilustrar las zonas no exploradas, los misterios de la zona y los posibles riesgos de su exploración. En su mayoría eran criaturas inventadas o basadas en animales, mitos y leyendas mas antiguas. Olaus adquirió gran parte de su conocimiento sobre la vida marina de los cuentos narrados por los pescadores y marineros, todo ello previo a la clasificación de las especies gracias a la observación sistemática de la naturaleza, que fue el principio del fin para estos seres que tanta importancia tuvieron durante la época medieval.

viernes, 5 de febrero de 2016

Elucubraciones ( XI )


«La educación de los militares, desde el soldado raso hasta las más altas jerarquías, les convierte necesariamente en enemigos de la sociedad civil y el pueblo. Incluso su uniforme, con todos esos adornos ridículos que distinguen los regimientos y los grados, todas esas tonterías infantiles que ocupan buena parte de su existencia y les haría parecer payasos si no estuvieran siempre amenazantes, todo ello les separa de la sociedad. Ese atavío y sus mil ceremonias pueriles, entre las que transcurre la vida sin más objetivo que entrenarse para la matanza y la destrucción, serían humillantes para hombres que no hubieran perdido el sentimiento de la dignidad humana. Morirían de vergüenza si no hubieran llegado, mediante una sistemática perversión de ideas, a hacerlo fuente de vanidad. La obediencia pasiva es su mayor virtud. Sometidos a una disciplina despótica, acaban sintiendo horror de cualquiera que se mueva libremente. Quieren imponer a la fuerza la disciplina brutal, el orden estúpido del que ellos mismos son víctimas»
Mijaíl Bakunin (1814-1876)