miércoles, 19 de julio de 2017

Cosacos zapórogos escribiendo una carta al Sultán.

 Iliá Repin, 1880-1891 - Reply of the Zaporozhian Cossacks.
Cosacos zapórogos... rememora un hecho legendario de la historia ucraniana, cuando en 1676 los cosacos ucranianos de Zaporozhia enviaron una carta al Sultán Mehmed IV del Imperio otomano, luego de derrotar al ejército imperial en batalla, y ante la insistencia del Sultán para que –a pesar de esta derrota– aceptaran su dominio. Los cosacos, liderados por Iván Sirkó, replicaron en forma poco común: escribieron una carta repleta de insultos y obscenidades.
El cuadro muestra la diversión de los cosacos al leer el ultimátum del Sultán, y escribir y leer la sarta de vulgaridades que constituyó la respuesta.
El ultimátum del Sultán:
Como Sultán, hijo de Mahoma; hermano del sol y de la luna; nieto y virrey de Dios, gobernante de los reinos de Macedonia, Babilonia, Jerusalén, Alto y Bajo Egipto, emperador de emperadores, soberano de soberanos, extraordinario caballero, nunca derrotado; firme guardián de la tumba de Jesucristo, delegado del poder divino, esperanza y confort de los musulmanes, cofundador y gran defensor de los cristianos,... Les ordeno, cosacos zapórogos, a someterse a mí voluntariamente sin resistencia alguna, y cesar de molestarme con vuestros ataques.
 
Sultán de Turquía Mehmed IV
La respuesta de los cosacos:
¡Cosacos zapórogos al sultán turco!
Oh sultán, demonio turco, hermano maldito del demonio, amigo y secretario del mismo Lucifer. ¿Qué clase de caballero del demonio eres que no puedes matar un erizo con tu culo desnudo?. El demonio caga, y tu ejército lo traga. Jamás podrás, hijo de perra, hacer súbditos a hijos de cristianos; no tememos a tu ejército, te combatiremos por tierra y por mar, púdrete.
¡Sollastre babilónico, loco macedónico, cantinero de Jerusalén, follador de cabras de Alejandría, porquero del alto y bajo Egipto, cerdo armenio, ladrón de Podolia, catamita tártaro, verdugo de Kamyanéts, tonto de todo el mundo y el inframundo, idiota ante nuestro Dios, nieto de la serpiente y calambre en nuestros penes. Morro de cerdo, culo de yegua, perro de matadero, rostro del anticristianismo, folla a tu propia madre!
¡Por esto los zapórogos declaran, basura de bajo fondo, que nunca podrás apacentar ni a los cerdos de cristianos. Concluimos, como no sabemos la fecha ni poseemos calendario; la luna está en el cielo, es el año del Señor, el mismo día es aquí que allá, así que bésanos el culo!
Koshovyi Otamán Iván Sirkó y todos los zapórogos.

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