Kyūdō (弓道:きゅうどう?), que literalmente significa "camino del arco", es el arte japonés de la arquería.
Es un arte marcial japonés tradicional formativo o (gendai budō); no debe confundirse con el Yabusame, que es el tiro con arco a caballo, ni con el Kyūjutsu, que es únicamente la técnica del tiro.
En su forma más pura, el kyūdō es practicado como un arte y busca el desarrollo moral y espiritual del individuo. Muchos arqueros lo ven como deporte, pero la meta que los más devotos practicantes esperan alcanzar es seisha seichu, "tiro correcto es golpe correcto".
Una de las características determinantes de la práctica del tiro con arco, y en realidad de todas las artes según son encaradas en el Japón, y probablemente también en otros países del Lejano Oriente, es que no tiene un fin meramente utilitario ni se limita al puro goce estético, sino que está destinada a adiestrar la inteligencia ya ponerla en contacto con la realidad esencial. De ahí que el objeto de la práctica del tiro con arco no consista única y exclusivamente en "dar en el blanco"; que el esgrimista no esgrima la espada sólo para derrotar a su antagonista, y que el bailarín no baile sólo para ejecutar ciertos movimientos rítmicos del cuerpo. Antes que nada, la mente debe ser armonizada con lo Inconsciente. Si se quiere realmente ser Maestro en un arte, su conocimiento técnico no basta; es necesario trascender el aparato de la técnica, de manera que el arte se convierta en un "arte sin artificio", surgido del Inconsciente. En el caso particular del tiro con arco, quien acierta el blanco y el blanco mismo, dejan de ser dos objetos antagónicos para transformarse en una sola, única realidad.
El arquero pierde conciencia de sí como persona empeñada en dar en el blanco que tiene ante su vista; y este estado de "inconsciencia" se cumple cuando, absolutamente vacío y libre de sí, se vuelve uno, indivisible, con el arte de su destreza técnica, aunque haya en él algo, de un orden totalmente diferente, que no puede ser aprehendido a través de ningún estudio progresivo del arte.
"El verdadero arte carece de propósito, de fin determinado. Cuanto más obstinadamente trate de aprender a disparar la flecha para acertar el blanco, menos logrará lo primero y más se alejará de lo segundo. Lo que se interpone en su camino es el hecho de que usted posee una voluntad demasiado terca. Usted piensa que lo que no hace por sí mismo simplemente no sucede."
"Dónde reside precisamente la dificultad. El tiro correcto en el momento debido no llega porque usted no se deja ir. No espera la realización, sino que se asegura el fracaso. Mientras sea así no tiene otra alternativa que producir usted mismo algo que debería ocurrir independientemente de su voluntad, y mientras sea usted quien lo produzca su mano no se abrirá en la forma debida, como se abre la mano de un niño."
Eugen Herrigel -Zen en el arte del tiro con arco.
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