miércoles, 2 de junio de 2021

Ante la Ley.



 Franz Kafka. «Ante la Ley» de la novela El proceso

«Ante la Ley hay un guardián. A este guardián le llega un hombre del campo y le ruega que le deje entrar en la Ley. Pero el guardián le dice que no puede entrar aún. El hombre reflexiona y pregunta si, entonces, podrá entrar más tarde. “Es posible”, dice el guardián, “pero no ahora”. Como la puerta de la Ley está abierta como siempre y el guardián se echa a un lado, el hombre se asoma para mirar por la puerta al interior. Cuando el guardián lo ve, se ríe y dice: “Si tanto te atrae, intenta entrar a pesar de mi prohibición. Pero ten en cuenta una cosa: soy poderoso. Y solo soy el más humilde de los guardianes. Sin embargo, sala tras sala hay otros guardianes, cada uno más poderoso que el anterior. Ni siquiera yo puedo soportar ya la vista del tercer guardián”». […]

»El hombre de campo no había previsto aquellas dificultades; la Ley, piensa, debería ser accesible siempre y para todos, pero cuando mira con más atención al guardián, con su abrigo de piel, su gran nariz puntiaguda y su barba tártara escasa y negra, prefiere recibir autorización para entrar. El guardián le da un taburete y le permite sentarse a un lado de la puerta. Allí pasa días y años».

El guardián, que para el «campesino» que no reconoce cuál es su situación llega a convertirse en el pilar de la espera, es el ángel caído que frustra su regreso al paraíso burgués proustiano: «El hombre, que se ha provisto de muchas cosas para su viaje, lo utiliza todo, por precioso que sea, para sobornar al guardián. Este lo acepta todo, pero al hacerlo dice: “Lo acepto solo para que no creas que has dejado de intentarlo todo”. Durante todos esos años el hombre observa casi ininterrumpidamente al guardián. Olvida a los otros guardianes, y ese primero le parece el único obstáculo para entrar a la Ley. […] Finalmente, su vista se debilita y ya no sabe si realmente se ha hecho más oscuro a su alrededor o si solo lo engañan sus ojos. Sin embargo, percibe ahora en la oscuridad un resplandor que brota inextinguible de la puerta de la Ley. No vivirá ya mucho. Antes de su muerte, todas las experiencias de todo ese tiempo se acumulan en su cabeza en una pregunta que hasta entonces no ha hecho el guardián […]: “¿Qué quieres saber aún?”, le pregunta el guardián. “Eres insaciable”. “Todos ansían llegar a la Ley”, dice el hombre, “¿cómo puede ser que, en todos estos años, nadie más que yo haya solicitado entrar?”. El guardián se da cuenta de que el hombre se está muriendo y, para hacer llegar las palabras a su oído, que se va perdiendo, le grita: “Por aquí no podía entrar nadie más, porque esta entrada te estaba solo a ti destinada. Ahora me iré y la cerraré”».

Esta parábola, que entraña lo principal de la novela El proceso, constituye un alarde sobre la espera que se agota en sí misma. Como los héroes de los laberintos inexplorados de Kafka, atisbamos ese brillo a lo lejos y no nos atrevemos a seguirlo, porque los mil pequeños obstáculos que se interponen nos parecen tan poderosos como al campesino el guardián. Solo llegamos a ver la realidad cuando ya es tarde; el que lleva toda una vida esperando comprende al fin: «Esta entrada te estaba solo a ti destinada». Medio siglo después, el poeta americano Robert Lowell recoge este tope de nuestro horizonte de espera en la expresión: «La luz al final del túnel es la del tren que se nos viene encima».

Andrea Köhler - El tiempo regalado.


lunes, 5 de abril de 2021

La cruz y el martillo: cristianos y paganos en el norte de Inglaterra.

Sergey Shikin

En el año 954, el reino vikingo de York —configurado a partir del reino anglosajón de Northumbria— era gobernado por reyes escandinavos. Había ocurrido en ciertas épocas que reyes del sur se habían impuesto, pero luego el péndulo del poder se había inclinado en favor de los gobernantes vikingos. Al principio se trató de guerreros daneses que habían llegado con el Gran ejercito pagano y después fueron noruegos del reino de Dublín. Lo más destacable es que eran paganos; ya fuera de manera activa o en su círculo cultural inmediato, eran representantes del mundo del norte que creían en Odín y en Thor. Ahora se habían convertido en herederos del reino cristiano primigenio de la Inglaterra anglosajona, el lugar donde los reyes se hicieron primero cristianos en el 627. ¿Qué tal le fue al cristianismo en este contexto?

En el 867, los gobernantes políticos de Northumbria fueron eliminados por los invasores vikingos. A los restos de las élites de Northumbria no les quedó más remedio que hacer las paces con los líderes del ejército vikingo, una paz impuesta por los vencedores. Años después, en el siglo XIII, Roger de Vendover se apoyaba probablemente en auténticas tradiciones del norte (ya desaparecidas) cuando enumeraba las consecuencias amargas de la victoria de los vikingos en York en el 876: «Y entonces estos vencedores abominables, los daneses, asolaron toda la provincia de Northumbria hasta la misma desembocadura del río Tyne». Fueron tiempos difíciles para vivir en el norte, y ningún revisionismo moderno debe llevarnos a ignorar este hecho.

La destrucción causada por la conquista vikinga se vio acompañada por nuevos ajustes políticos, porque los invasores ya no se contentaban con saquear y marcharse. Roger contó con un desconocido anglosajón, Egberto, que fue situado como rey clientelar, para que mandase en nombre de los victoriosos vikingos. Fue Simeón de Durham (muerto en 1129) quien puso por escrito hasta dónde llegaban estos poderes; Simeón, como Roger, tuvo para ello acceso a fuentes que ya no están disponibles. Explicó que Egberto fue rey «sometido a la dominación de aquellos». Su autoridad se restringía a orquestar un Estado títere, el componente meridional (en Bernicia) del reino de Northumbria, más allá del río Tyne. Los nuevos monarcas vikingos mantuvieron a York bajo su control directo, lo cual no es sorprendente, pues era la parte más rica de Northumbria. Consistía en el área (que en su tiempo fue un reino autónomo) llamada Deira, que contaba con unos terrenos agrícolas ondulados y las rutas comerciales que operaban a partir del estuario del Humber. Al micel hæðen here le había ido bien desde que desembarcase en Anglia Oriental en el 866: ahora controlaba directamente la región más rica de Northumbria y acaudillaba militarmente el norte, que nominalmente permanecía bajo autoridad anglosajona.

Esto dejaba a los habitantes de Northumbria con el dilema de si aceptar o no el nuevo statu quo. Está claro que, aunque algunos eran reacios a hacerlo, otras secciones importantes de las élites del norte se alinearon con la nueva situación. En el 872, de acuerdo con Roger de Vendover, algunos de ellos se rebelaron contra los jefes vikingos. Estos rebeldes (que sin duda se consideraban los auténticos patriotas del norte) expulsaron al rey-títere Egberto y a Wulfhere, arzobispo de York. La revuelta fracasó y Wulfhere volvió a York en el 873. Lo fascinante de este episodio es que el arzobispo cristiano y el cristiano rey-títere eran ambos considerados integrantes del bando vikingo.

El arzobispo estaba cooperando claramente con el nuevo régimen dominante vikingo. ¿Cómo tenemos que tomárnoslo? Tal vez nos parezca oportunista y traidor, pero es seguro que el clérigo habría opinado otra cosa. Al forjar esta relación con los nuevos gobernantes, es casi seguro que pensó en reducir el daño a las iglesias locales y a la administración de la Iglesia en general. Los tiempos habían cambiado y él tendría que decidir cómo operar mejor en una situación en la que los gobernantes vikingos parecían haber llegado para quedarse. En esto, al menos, Wulfhere estaba en lo cierto, pues, aunque quedaban muchas turbulencias por vivir, el dominio vikingo no fue una fase pasajera. Los reyes anglosajones no volverían a gobernar con seguridad Northumbria hasta la caída de Erik Hacha Sangrienta y el colapso del reino vikingo de York en el 954, para lo cual quedaba mucho.

Como hemos visto, cuando eso ocurriese finalmente, el norte no lo saludó como algo bueno. Se sintieron resentidos por lo que consideraban un dominio ilegítimo de las dinastías del sur, a pesar de tratarse de elementos anglosajones y cristianos. Mucho mejor un rey local gobernando desde York (aunque fuese escandinavo), cercano a las élites del norte y sus intereses, que aceptar ser un lugar marginal dentro de un reino cuyo centro de gravedad política caía mucho más al sur. Para estas gentes, su identidad política local y regional sería mucho más importante que cierta identidad nacional inglesa. Corremos el riesgo de leer mucho de lo que les ocurrió desde una perspectiva posterior si nos inclinamos por la hipótesis de la traición, que es verlo también más bien como lo veían los gobernantes del sur. En el norte las cosas se veían algo distintas. Desde su perspectiva, la aparente traición cultural de Wulfhere pudo ser vista como Realpolitik estilo norte. Con todo, en el 872 el asunto se complicó aún más y se hizo más sensible desde un punto de vista cristiano, porque los gobernantes vikingos seguían siendo paganos. La decisión de Wulfhere no fue fácil.

Martyn Whittock y Hannah Whittock. Los vikingos De Odín a Cristo.



miércoles, 31 de marzo de 2021

Elucubraciones - ( XXIII )



“El hombre nació libre, pero... está encadenado. Con cadenas hechas de obligación, hambre, miedo. Cadenas clavadas a nuestros cuellos por una raza que nosotros levantamos. Una raza a la que nosotros le otorgamos el poder. No para gobernar, no para reinar, sino para sacarnos de un mundo roto por la guerra y la avaricia. Y, en lugar de eso, nos han guiado hacia la oscuridad. Han utilizado los sistemas del orden y la prosperidad en su propio beneficio. Dan por hecha vuestra obediencia, ignoran vuestro sacrificio y acaparan la riqueza que crean vuestras manos. Para aferrarse a su dominio, prohíben nuestros sueños."

"La compasión no es perdón, y la gratitud no es absolución."

«Cuando se ha perdido todo, el honor reclama la muerte. Es un final noble». Pero ¿qué iba a saber de la muerte un poeta rico? Los pobres conocen la muerte. Los esclavos conocen la muerte. Sin embargo, a pesar de que la ansío, también la temo. Porque cuanto más veo de este mundo cruel, menos creo en que termine en una especie de agradable ficción."

" Lo único que tenemos es ese grito al viento, nuestra forma de vivir. Nuestra forma de avanzar. Y nuestra forma de mantenernos en pie antes de caer."

"Puede que simplemente esa sea nuestra naturaleza, desear siempre cosas que fueron o que podrían ser en lugar de las cosas que son y que serán."

“ Y yo me pregunto, en mis últimos instantes, si al planeta no le importará que lastimemos su superficie o saqueemos su botín, porque sabe que nosotros, criaturas estúpidas y cálidas, no somos siquiera un suspiro en su vida cósmica. Hemos crecido y nos hemos expandido, y también nos arrasaremos y moriremos. Y cuando lo único que quede de nosotros sean nuestros monumentos de acero e ídolos de plástico, sus vientos susurrarán, sus arenas se moverán, y el planeta seguirá dando vueltas y más vueltas hasta olvidar a los simios osados y lampiños que pensaron que se merecían la inmortalidad."

"La vida no consiste solo en respirar, también consiste en ser."

Pierce Brown - Mañana Azul,

martes, 30 de marzo de 2021

TRACE - Norwegian viking short film.


 TRACE es un cortometraje  ambientado en la era vikinga.

Cuenta la historia de Baldr, un explorador que ha visto civilizaciones distantes en el borde del mundo. De ellos aporta conocimientos que pueden ayudar a su gente a construir un futuro mejor. Ahora debe escapar de Gorm y su cruel clan, que buscan destruir todo lo que pueda desafiar su forma de vida.

La historia incluye temas como la transferencia de conocimientos, el patrimonio cultural y la vulnerabilidad que estos tienen en tiempos turbulentos.

Esta película es la primera en utilizar exclusivamente el lenguaje nórdico antiguo, y está filmada en sitios vikingos históricos en Noruega.

El diálogo se creó con la ayuda de un profesor de nórdico antiguo y lenguas escandinavas en la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología. TRACE es una producción independiente con financiación limitada. Se hizo con mucho trabajo duro, una investigación exhaustiva y una pasión de por vida por la historia vikinga.

Escrito, dirigido, editado y producido por: Markus Dahlslett..

domingo, 28 de febrero de 2021

Ragnarok - The short film: 2018.



El cortometraje Ragnarok aborda la historia de Liv y Livtrase, los dos últimos humanos que sobreviven a Ragnarok, el fin del mundo en la mitología nórdica. Por qué sobreviven y los sacrificios realizados.

Este proyecto se inició hace un par de años, con una sensación de atmósfera acompañada de una escena. Un bosque oscuro, pinos, cubierto de nieve. Invierno profundo. Bañado por la fría luz de la luna. Este silencio de espera. Esperando que el mundo explote. Y en el momento en que todo se vuelve insoportable, entre los árboles sale un jinete a caballo a toda velocidad. Y esa es la imagen en mi cabeza que inició toda la historia.
Director: Ole Fredrik Wannebo.


lunes, 27 de julio de 2020

Gallowglass



La turbulenta historia de la Europa medieval siempre requirió guerreros cualificados. Las guerras y las batallas dependían de la habilidad de los soldados, y un hombre que era hábil con una espada era un bien buscado. Esto dio lugar a mercenarios, élites guerreras que sobresalieron en el arte del derramamiento de sangre. Algunos de estos mercenarios surgieron en Escocia, Irlanda e Inglaterra y fueron llamados los Gallowglass.

Descendientes de colonos vikingos y gaéles nativos, surgieron para convertirse en guerreros poderosos y fiables, confiando en la destreza militar de sus antepasados nórdicos para convertirse en una fuerza de combate dominante en las islas británicas e irlandesas.

La historia de Irlanda y Escocia, desde principios del siglo IX en adelante. La vida de sus nativos gaélicos se enfrentó a un cambio repentino, ya que los inmigrantes nórdicos se hicieron cada vez más presentes en sus costas. En gran parte, estos nórdicos no vinieron pacíficamente. Pero, sin embargo, los vikingos se hicieron influyentes en todas las Islas Británicas e Irlanda a partir del siglo VIII.

Con el establecimiento de Danelaw, su influencia y superioridad se hicieron evidentes, y su amenaza era innegable. En Escocia, los nórdicos tenían un fuerte punto de apoyo. En el siglo noveno establecieron el Reino de las Islas. Para ellos, era conocido como el Suðreyjar, o "Islas del Sur", un término que les ayudó a distinguirlos de las "Islas del Norte" - Islas Shetland y Orkney, que también gobernaron.

Este Reino de las Islas estaba formado por las Hébridas, las islas del Fiordo de Clyde y la Isla de Man. Los nórdicos dominaron el mar de Irlanda y las costas de Irlanda y Escocia. A lo largo de la historia de este reino, que duró hasta el siglo XIII, los nórdicos estuvieron en conflicto con el Reino de Dublín , que también fue establecido por los nórdicos. Esto siempre justificó la intervención de los condes nórdicos de Orkney.

En estas luchas de poder entre los nórdicos, los nativos gaélicos de Irlanda y Escocia fueron los que sufrieron. Eran pobres y oprimidos, y los nórdicos a menudo atacaban el interior capturando esclavos.

Después de algunas generaciones, surgió un nuevo grupo distinto de personas: los llamados  Norse-Gaels.. Estas eran personas de ascendencia mixta nórdica y gaélica, los descendientes de los vikingos que se mezclaron con los gaélicos y adoptaron su idioma y cultura. En los siglos que siguieron, se asimilaron aún más y desaparecieron como un grupo distinto, en lugar de volverse completamente gaélicos.

Antes de que eso sucediera, surgieron con una identidad guerrera única, y se hicieron conocidos en irlandés como Gall-Goídil y en escocés como Gall-Ghàidheil, ambos términos significan "Gaels extranjeros". Esto nos dice que incluso entonces era fácil distinguir a los hablantes nativos de gaélico de aquellos con ascendencia extranjera, también conocidos como orígenes nórdicos. Pero con el tiempo llegaron al poder y establecieron varios poderosos clanes puramente nórdicos gaélicos en las Tierras Altas de Escocia, muchos de los cuales existen hasta el día de hoy.

Es aquí donde comienza la historia de los mercenarios de Gallowglass. El término Gallowglass es una anglicización corrupta del término gaélico gallóglaigh ( pl.) Y gallóglach (sing.), Que significa literalmente: " joven guerrero extranjero". Está claro que los guerreros Gallowglass eran marcadamente diferentes de los nativos, y su nombre se relacionó de inmediato con su condición de extranjeros.

Fue su destreza en las artes militares lo que los hizo destacar y hacerse un hueco en la historia del mundo. A medida que la identidad nórdica-Gael se hizo común, también lo hizo el Gallowglass. A principios del siglo XIII, surgieron varios clanes gaélicos nórdicos en Escocia , y de estos clanes vinieron los guerreros Gallowglass. Durante siglos, estos galeones nórdicos gozaron de semi-independencia, y fueron históricamente conocidos como Señores de las Islas.

En su mayor parte, su poder descansaba en sus flotas de galeras y sus famosos guerreros Gallowglass. Es por eso que en su mayoría provenían de las Hébridas. Estas numerosas islas fueron el hogar de varios clanes escoceses prominentes con ascendencia nórdica, siendo el jefe de ellos el Clan Donald, cuyos jefes tenían el señorío de las islas desde su asiento del castillo de Finlaggan en Islay.

Los mercenarios  Gallowglass se destacaban como infantería aristocrática fuertemente armada y blindada, superiormente entrenada. Eran la elección perfecta para mantener la línea y pararse contra viento y marea. Numerosas fuentes informan que los Gallowglasses eran notoriamente valientes y preferirían morir en la batalla que ceder ante el enemigo. En una época en que los soldados de infantería gaélicos irlandeses estaban compuestos por campesinos pobres y no entrenados, los Gallowglass eran una fuerza bienvenida que podían inclinar la balanza a favor de quienes los empleaban.

Una fuente de 1600 describe a estos mercenarios como: " ... hombres elegidos y seleccionados de grandes y poderosos cuerpos, crueles sin compasión. La mayor fuerza de la batalla consiste en ellos, eligiendo más bien morir que ceder, de modo que cuando se trata de golpes prácticos son rápidamente asesinados o ganan el campo ".

Con el tiempo, los jefes irlandeses llegaron a depender de estos mercenarios, ya que les dieron una ventaja en los conflictos entre tribus. También los emplearon como guardaespaldas y guardias domésticos, ya que al ser extranjeros ,  no eran susceptibles a las disputas locales ni a elegir bandos.
Del mismo modo, los Gallowglasses también dependían de los jefes, ya que un período de servicio era su fuente crucial de ingresos.

¿Qué vestían estos mercenarios y cómo estaban armados? Sobreviven varias descripciones detalladas, así como un puñado de ilustraciones contemporáneas, y hoy estamos bastante familiarizados con un atuendo estándar de Gallowglass. De alguna manera, siguiendo las líneas tradicionales de la vestimenta irlandesa y escocesa, estos guerreros preferían usar ropa tipo falda escocesa. El atuendo típico era una cota de malla hasta la rodilla sobre una chaqueta acolchada y un casco. No había mucho en términos de pantalones: las piernas estaban desnudas, como una falda escocesa. Algunos guerreros prefieren luchar descalzos también, lo más probable es que dependan de su riqueza o destreza.

Pero mucho más icónicas fueron sus armas. Los mercenarios de Gallowglass eran una vista fácilmente reconocible, y especialmente por sus largas hachas de batalla. Estos fueron diseños únicos que se desarrollaron en la región, y fueron conocidos como ejes espartanos . Estos tenían alrededor de 6 pies de largo en promedio (1.9 metros), con una cabeza de hacha peculiar, que seguía un patrón único de curvas paralelas. El hacha era similar a una alabarda, aunque solo desde la distancia. Es un hecho probable que el uso dominante de hachas largas proviene de su herencia nórdica, un aspecto de su ascendencia que se mantuvo a través de las generaciones.

Un Claidheamh Mòr. también era una opción favorita de estos guerreros. Hoy, conocemos esta arma como un Claymore: una enorme espada de dos manos que promediaba alrededor de 4,6 pies (1,40 metros) de largo y era un símbolo de la vida histórica de las Highlands y su gran fuerza. Estas espadas requerían una gran habilidad y fuerza física para manejar y dominar.

Entre los siglos XIII y XVI, los Gallowglass fueron la fuerza guerrera prominente de Irlanda y Escocia, y formaron la columna vertebral del ejército irlandés. Las estimaciones dicen que alrededor de 500,000 guerreros Gallowglass lucharon en varios lugares durante este período. Eran una fuerza temida que sobresalía en el combate cuerpo a cuerpo, con tácticas de infantería superiores. También eran conocidos por su ferocidad y brutalidad, y lograron una visión feroz en la batalla: filas apretadas de hombres vestidos de cota de malla que destrozarían a sus enemigos con las hachas de batalla de mango largo y los Claymores.

A medida que su importancia aumentó, algunos Gallowglass se convirtieron en veteranos establecidos y algunos incluso poseyeron tierras. Estos guerreros tenían un séquito personal, similar a un caballero normando .

Un guerrero prominente de Gallowglass siempre estaba acompañado por dos guerreros kern y un joven 'caballo'. Un kern era un hombre de infantería irlandés ligero, ligeramente armado y en su mayoría sin armadura. Estos jóvenes actuaban como escuderos de algún tipo, y llevaban armas y atendían las necesidades de los guerreros. En la batalla, el kern apoyó al guerrero Gallowglass, generalmente por medio de armas de asta, desde la parte trasera. El jinete también habría tenido un papel de batalla, a veces armado con un arco y flechas, o con dardos de guerra, un tipo de 'flecha' gigante, que fue arrojada. En batalla, esta unidad era conocida como Sparr .

Con el tiempo, los guerreros Gallowglass se extendieron por las Tierras Altas de Escocia y por Irlanda . Varios septos de Gallowglasses surgieron y se asentaron en toda la región. Irlanda recibió una gran afluencia de septos de Gallowglass después de las Guerras de Independencia de Escocia, que se libraron desde finales del siglo XIII hasta principios del siglo XIV. Mientras luchaban en el lado escocés, fueron despojados de sus tierras y efectivamente exiliados a Irlanda. Hoy en día, muchos apellidos tienen un aspecto de esta historia, ya que provienen de septos de Norse-Gael Gallowglass. Estos incluyen nombres como MacNeill, Sweeney, McRory, McQuillan, McSheehy, McCabe, McDonnell, McDowel, MacDonald, etc.

Los Gallowglasses eran la verdadera imagen de los hombres resignados a la guerra y solo a la guerra. Eran los verdaderos mercenarios, viviendo solo para luchar. Llegarían a depender del derramamiento de sangre, y se convirtió en lo único que saben. Podemos comprender parcialmente esta gran dedicación a la guerra al examinar su hogar: las Hébridas. En estas islas rocosas azotadas por el viento, la vida es un trabajo duro. Las islas son difíciles de cultivar, carecen de madera y recursos. La pesca es dominante y la vida es dura.

Está claro que estos hombres, descendientes de guerreros nórdicos aventureros, no pudieron conformarse con las duras vidas de los campesinos de las Hébridas. Sus genes vikingos estaban inquietos, y por eso buscaron una vida de guerra y aventura, viajando por todo el mundo en el empleo de reyes y jefes, haciendo lo que mejor sabían: matar y librar la guerra.

Verdaderos soldados de la fortuna, estos mercenarios nunca huyeron de la guerra. Prestarían sus hachas a cualquier hombre que pagara lo suficiente. A menudo, los Gallowglasses de los mismos clanes se encontrarían en lados opuestos. E incluso entonces, siguieron luchando, en verdadera forma mercenaria.

Uno de los mayores usos de los guerreros Gallowglass fue en la famosa Batalla de Knockdoe, en 1504. Conocida como una de las batallas más sangrientas en la historia de Irlanda, enfrentó a las fuerzas del Lord Diputado de Irlanda: Gerald FitzGerald, Lord of Kildare y Ulick Fionn Burke, señor de Clanricarde. Ambas partes emplearon varios batallones de mercenarios de Gallowglass, muchos de los cuales cayeron en el campo de batalla.

La lealtad de un sept Gallowglass  a un cierto señor fue "transmitida" de generación en generación, y a menudo duró décadas. Esto significaba que los primos a menudo se enfrentaban entre sí, luchando por diferentes señores. Esto también condujo a la aparición de disputas de clanes duraderas. Los septs y familias más prominentes de Gallowglass fueron MacSweeneys, McCabes, MacLeods, MacDonalds y MacDonnells.

Los guerreros Gallowglass desarrollaron ciertas tácticas de batalla que ayudaron a definir su infame habilidad de batalla. Numerosas fuentes contemporáneas describen sus tácticas de batalla como brutales y rápidas. Formarían un muro de hombres que lidiarían con cualquier enemigo a través de una "tormenta de golpes de hacha". Sus hachas espartanas fueron un aspecto clave de esto: ambos mantuvieron al enemigo a una distancia que no les permitía acercarse, y también infligieron heridas viciosas. También desarrollaron un conjunto de tácticas que los ayudaron a lidiar con la caballería normanda superior.

Los mercenarios de Gallowglass son algunas de las figuras definitorias de un turbulento pasado gaélico. Fueron el resultado directo de la mezcla de dos culturas guerreras: la nórdica y la celta . Las duras vidas en Irlanda y Escocia fueron el clima perfecto para el desarrollo de la cultura guerrera. Y, por desgracia, con los numerosos conflictos que asolaron estas tierras a lo largo de sus historias, nunca hubo una falta de trabajo para estos soldados de la fortuna. Y así se convirtieron en la fibra misma de la identidad gaélica.

sábado, 4 de julio de 2020

Duelistas en la Escocia del Siglo XVII al XVIII.

Horace Vernet (1789 - 1863)

Existe alguna evidencia de la esgrima histórica como se practicaba en Escocia en la era moderna temprana, especialmente la esgrima con la espada  con empuñadura de cesta  durante los siglos XVII al XVIII.
 La mayor parte de nuestro conocimiento actual de estas artes se deriva de varios tratados de combate o manuales de artes marciales, así como anécdotas escritas (es decir, relatos de batallas, folklore, etc.) y las representaciones artísticas de diferentes épocas y lugares en la historia de Escocia .

En el siglo XVII y XVIII, En las tierras altas, hubo una serie de guerreros y soldados que desarrollaron una reputación como duelistas cualificados. Eran conocidos como Caterans (del gaélico ceathairne, "campesinado") y se destacaban por el robo de ganado, así como el chantaje, viajaban con frecuencia a diferentes aldeas desafiándolos para provocar algún  luchador que fuera mejor, o pagar una cuota. Algunos pertenecían a la  Duine uasal (Guerreros nobles de las Highlands) de su clan:

John (Iain) McCombie (también conocido como McCombie Mor) - 7 jefe del clan MacThomas , se destacó por duelo contra un esgrimista italiano para defender la reputación de su enemigo el conde de Atholl . Se unió a Montrose Dundee en 1644 y luchó por la causa del rey durante toda la campaña.

Ranald MacDonald, también conocido como "Ranald del Escudo" ( Raonull na Sgeithe en Gaidhlig) - El héroe de 1645. Era hijo de Allan MacDonald de Achtriachtan. Estuvo de acuerdo en un duelo con Dirk y Targe contra un agente de Inglés capturado que estaba armado con un sable. Ganó el duelo, ganando su título "Ranald del escudo". Él murió más tarde en la Masacre de Glencoe .

"Black Allan of the Deer" ( "Aillen Dubh nam fiadh" en Gaidhlig) - El famoso acosador de los ciervos Daldness. Se suponía que, junto a Alastair Mac Colla, era el mejor espadachín del ejército de Montrose. Al enterarse de la inminente duelo de Ranald (del escudo), corrió a pelear en su lugar, como Ranald sólo era hábil en el uso del espadón y el Targe (escudo), pero no solo con el espadón . No se le permitió tomar el lugar de Ranald.

Alasdair Mac Colla , también conocido como "Alasdair, hijo de Colla, el zurdo MacDonald" ("Alasdair Mac Colla Chiotaich Mac Dhomhnaill" en Gaidhlig), era conocido como el mejor espadachín del ejército de James Graham, primer marqués de Montrose , y incluso se cree que pudo usar una espada con cualquier mano.  También se le atribuye la creación de la Carga de las Tierras Altas. 

Robert Roy MacGregor (1671-1734) - Hijo del jefe Donald MacGregor del clan Gregor , era un caterano  de gran reputación. Se decía que era el mejor espadachín de todas las Highlands. Su duelo final fue con Charles Stewart, quinto de Ardsheal, quien perdió con un corte en la barbilla (que más tarde le causaría la muerte).

Roderick (Rory) MacNeill de Barra, alias "Black Ruairidh the Unjust" - Jefe del Clan MacNeil de Barra , conocido por sus frecuentes incursiones desde la Isla de Barra. Se dice que se enfrentó a Rob Roy MacGregor y le cortaron el brazo con la espada en el proceso (se convirtieron en amigos fieles después de esto).Su vida terminó después de una incursión fallida en el castillo de Duart , donde fue mortalmente herido en el corazón por una daga. Sin embargo, se negó a morir hasta que sus hombres lo regresaron al Castillo Ciosmal en Barra, después de lo cual murió. 

Donald McBane -  El conocido maestro de esgrima. Nacido en Inverness, se unió al ejército británico, luchó en las Highlands y en Europa, donde abrió una serie de escuelas de esgrima. Más tarde, Donald escribió un libro sobre su amplia experiencia en el manejo de la espada y su vida en el ejército. Según su relato personal, luchó contra numerosos hombres en su día, generalmente con victoria. Se cree que desafió a Rob Roy MacGregor (bajo el nombre de "Donald Ban"), quien se negó a luchar contra él debido a su falta de estatus. Incluso a los 63 años de edad, todavía asumió el desafío del esgrimista irlandés Andrew O'Bryan, a quien derrotó y cuyo brazo rompió con un Falchion.

Se ha sugerido que ciertos clanes y familias escocesas tenían sistemas de entrenamiento específicos que eran distintos entre sí. Por ejemplo, se dice que algunos miembros del Clan Macdonald eran ambidiestros y, por lo tanto, podían cercar con la mano izquierda o derecha. La familia Kerr tiene fama de tener espadachines predominantemente zurdos, como en los poemas de James Hogg, sin embargo, un estudio concluyó que la familia no tiene una mayor incidencia de zurdos.




viernes, 27 de marzo de 2020

Hiberno-nórdico.


El término hiberno-nórdico o nórdico-gaélico hace referencia a la población escandinava procedente de las incursiones vikingas que se asentaron en Irlanda, Escocia, Gales, Hébridas, Órcadas y Mann como parte del proceso de expansión y colonización durante la era vikinga y que duró unos 300 años (789–1100).

También llamados Gall-Ghàidheil, cuya traducción sería "gaels extranjeros" (o forasteros) y no era exclusivo para los extranjeros nórdicos sino que era un término genérico para los extranjeros en general, no un grupo étnico concreto. Este término sufrió muchas variaciones dependiendo del momento cronológico y diferencias geográficas en las lenguas goidélicas, por ejemplo Gall Gaidel, Gall Gaidhel, Gall Gaidheal, Gall Gaedil, Gall Gaedhil, Gall Gaedhel, Gall Goidel, etc. El calificativo moderno en irlandés es Gall-Ghaeil, mientras que en escocés es Gall-Ghàidheil.​ No obstante, sí se diferenciaba la procedencia de los escandinavos, mientras que Fionnghaill (forasteros rubios) se refería a los colonos de ascendencia noruega, Dubhghaill (forasteros morenos) eran de ascendencia danesa.
Como pasaba allá donde se asentaban permanentemente los escandinavos, se produjo con el tiempo un sincretismo cultural y asimilación del idioma local como propio, proceso que se inició en el siglo IX. El caso de los normandos en Francia merovingia es el más conocido.

Irlanda
Situación territorial en Irlanda entre mediados del siglo ix y principios del xi, con los asentamientos vikingos.
El primer testimonio de la llegada de los nórdicos se inicia en 795 con el saqueo de la isla de Lambay. Otras incursiones siguen hasta 832, cuando comienzan las construcciones de fortalezas en sus asentamientos permanentes por todo el país. Las expediciones son constantes a lo largo del siglo X, pero también la resistencia de la población local. Nacen pequeños reinos, ciudades-Estado:
Reino de Dublín - Reino de Cork - Reino de Limerick - Reino de Waterford - Reino de Wexford.
Estos reinos tuvieron un rápido crecimiento entre 850 y 860 y se componían principalmente de irlandeses nativos que habían renunciado al cristianismo y abrazado las creencias de los vikingos y celtas compartiendo en un buen porcentaje parentesco con ellos, así como colonos nórdicos. La mezcla de razas, cultura, religión e intereses políticos les hizo prácticamente independientes y sin lazos de compromiso con nadie; los mestizos batallaban contra noruegos, irlandeses o fuerzas combinadas de ambos cuando creían oportuno.​ No sobrevivirían con las invasiones normandas del siglo XII, aunque las ciudades siguieron creciendo y prosperando. Los escandinavos sufrieron severas derrotas por parte de Máel Sechnaill mac Domnaill, y en 1014 Brian Boru acaba con la supremacía de los hombres del norte en la batalla de Clontarf, y fueron finalmente absorbidos en la vida religiosa y política de la isla.

Escocia, Mann y las Islas.
Los hiberno-nórdicos gaelizados dominaron el mar de Irlanda hasta la invasión normanda del siglo XII, fundando reinos y dinastías que perduraron durante generaciones como la isla de Man, islas Orcadas, islas Hébridas, islas Shetland, así como Argyll, Galloway, Caithness y Sutherland en el norte de Escocia y en algunos periodos el poder de los caudillos vikingos también se extendió a Jórvik en Inglaterra. En Escocia, el equivalente de los Gall Gaidhel irlandeses fueron llamados Gall-Gael (escoceses extranjeros).
De esta población mixta, proceden los famosos gallowglass (soldados extranjeros),​ un ejército mercenario que sirvió a la corona de Irlanda desde principios del siglo XIII hasta mediados del siglo XVI. Al finalizar su servicio, la mayoría se asentaron en territorio irlandés.

Islandia y las Islas Feroe.
Según se recoge en Landnámabók (libro de los asentamientos) hubo una presencia de papar en Islandia antes de la llegada de la colonización escandinava, más o menos confirmado por los comentarios de Dicuil. No obstante, a falta de registros arqueológicos es una conjetura amparada solo por escritos contemporáneos aunque es cierto que tanto Islandia como las islas Feroe tuvieron una importante presencia de hiberno-nórdicos, bien como colonos, esclavos, sirvientes o esposas. A esta población se la denominaba Vestmen (Gaels), un apelativo que se conserva en la ciudad feroesa de Vestmanna, y Vestmannaeyjar en Islandia donde se dice que llegaban los thralls (esclavos) irlandeses que escapaban de su cautiverio. Sin embargo, «Vestman» puede referirse solo a los colonos procedentes de las islas occidentales escandinavas.
En las sagas nórdicas aparecen varios personajes de origen gaélico, por ejemplo Njáll Þorgeirsson de la saga de Njál. Niall es un nombre propio de origen gaélico. Patreksfjörður en Islandia, tiene su origen en el nombre Padraig. Y varios emplazamientos tienen nombres relacionados con los monjes hiberno-nórdicos papar, en Islandia y las islas Feroe.
Grímur Kamban, considerado el descubridor y primer colono de las islas Feroe, pudo ser de origen hiberno-nórdico. Según la saga Faereyinga el primer colono en sentarse en las Islas Feroe fue Kamban - Hann bygdi fyrstr Færeyar, que junto a sus seguidores obligó a los anacoretas (papar) al abandono de sus emplazamientos. El apodo Kamban tiene probablemente un origen gaélico y una interpretación es que se refiera a cierta malformación física, aunque también puede referirse a una condición atlética y valor como deportista. Es bastante probable que fuera un joven procedente de la Irlanda vikinga y según la tradición local su asentamiento estuvo en Funningur, Eysturoy.