viernes, 3 de mayo de 2019

La batalla de Brávellir


Ilustración: Christian Sloan Hall. Battle of Brávellir.

La batalla de Brávellir (o batalla de Bråvalla) fue una batalla legendaria descrita en las sagas nórdicas que supuestamente tuvo lugar en Brávellir a mediados del siglo VIII , por un lado Sigurd Ring, rey de Suecia y los gautas de Götaland Occidental, y por otro lado su tío Harald Hilditonn, rey de Dinamarca y los gautas de Götaland Oriental.
Según la leyenda, Harald Hilditonn se daba cuenta que estaba envejeciendo y que no moriría en batalla, lo que impedía acceder al Valhalla, en consecuencia le pidió a Sigurd si podría ayudarle a conquistar su sueño y dejar este mundo de forma gloriosa en una gran batalla.
Según Saxo Grammaticus, ambos ejércitos estuvieron preparándose durante siete años y reunieron un ejército de 200.000 hombres. Harald tuvo de su parte a los héroes legendarios como Ubbe de Frisia, Hothbrodd (apodado el furioso o indomable), así como 300 vírgenes Skjaldmös conducidas por Hed, Visna y Veborg. Por su parte Sigurd reclutó a los héroes de renombre como Starkad. Posteriormente se les unieron partidas de noruegos, fineses, estonios, curonios, bjarmanos, livonios, sajones, anglos, frisones, irlandeses, rus, osilianos entre otros, que escogieron una de las partes. Se talaron bosques enteros para construir 3000 drakkars y transportar a los suecos. Los daneses de Harald a su vez construyeron muchas naves para atravesar Oresund.
Al principio los ejércitos lucharon en común, pero tras un tiempo Ubbe de Frisia (Ubbi) fue el centro de atención, matando a Ragnvald (el Sabio Consejero), luego al campeón Tryggvi y tres príncipes suecos de la dinastía real. Humillado, el rey Sigurd Ring envió a Starkad quien logró herir a Ubbi pero él mismo también fue seriamente herido. Ubbi mató a a Agnar, tomando la espada con ambas manos frenó el recorrido de los suecos, hasta que cayó ensartado por flechas de los arqueros de Telemark. Entonces la guerrera skjaldmö, Veborg mató a Söti y consiguieron herir de nuevo a Starkad quien estaba profundamente enojado. Furioso, Starkad se adelantó al ejército danés matando a todo guerrero a su alrededor y le cortó el brazo a Visna, que sostenía el estandarte danés. Starkad luego logró matar a Brai, Grepi, Gamli y Haki. Cuando Harald se dio cuenta de estos hechos heroicos, se arrodilló en su carro con una espada en cada mano y mató tantos guerreros como pudo a izquierda y derecha. Al rato, el heraldo de Harald, Bruni, consideró que ya había amasado suficiente gloria y aplastó el cráneo del rey con una estaca.
Sigurd ganó la batalla y se convirtió en soberano absoluto de Suecia y Dinamarca, al precio de 40.000 muertos.
(Los números, no obstante, se consideran exagerados y se calcula en diez veces menos. Normalmente, en la época vikinga, los leidang más numerosos llegaron a fletar hasta 300 naves en los reinos escandinavos.)


jueves, 2 de mayo de 2019

Emanuel Vigeland Mausoleum.


Emanuel Vigeland, hermano del más célebre Gustav Vigeland, cuyas esculturas excéntricas ocupan un parque importante en el centro de Oslo, será recordado por su propia obra artística, extraña y fascinante.
El Museo de Emanuel Vigeland cumple una doble función, ya que también es un mausoleo, diseñado y decorado por el propio Vigeland. Para entrar al edificio hay que agacharse para pasar por una pesada puerta baja de hierro. En el interior hay una gran sala en penumbra, cubierta por una bóveda de cañón y totalmente llena de pinturas que muestran la vida humana desde la concepción hasta la muerte en escenas eróticas explícitas. Vigeland tardó 20 años en acabar el fresco de 800 m2.
Ingresar en el mausoleo es una experiencia solemne y hasta inquietante. Incluso las pisadas más suaves resuenan en el techo abovedado durante 14 segundos. Hace falta una linterna para revelar las oscuras paredes pintadas de la sala.
Vigeland comenzó a construir el edificio en 1926, con la intención de llenarlo posteriormente de pinturas y esculturas suyas. Solo una pared y el techo abovedado se cubrirían de pinturas, mientras que el resto quedaría vacío para exhibir otras obras.
Cuando Vigeland decidió que el museo sería también su mausoleo, hizo sellar con ladrillos las ventanas, con lo cual toda la construcción adquirió un aire fantasmagórico. Completó el fresco inspirándose en las cámaras en las que se enterraba a los muertos en la Antigüedad y recurriendo sobre todo a las historias dramáticas de la creación y el pecado original del cristianismo. El fresco, titulado Vita [Vida], se centra en el instinto sexual de la humanidad, representado por cuerpos desnudos captados en una selección impresionante de actos íntimos.
A la muerte de Vigeland, sus cenizas se depositaron en una urna situada sobre la entrada principal. El museo, actualmente a cargo de una fundación privada, se inauguró en 1959, más de una década después.
En la actualidad solo abre unas cuantas horas a la semana, aunque allí se celebran conciertos durante todo el año.

 La increíble acústica del mausoleo se puede escuchar en grabaciones de varios artistas.