La ley del Vikingo
En seguida, al dejar el fiordo en el océano inmenso como pájaro ligero, la Ellida se columpia.
Frithiof se dedica entonces a poner por escrito el estatuto del Vikingo que ha concebido en su mente.
Escuchar lo que Dice:
No tendrás mas tienda que la bóveda celeste:
El vikingo con esto se contenta;
Duerme sobre tu escudo, tu espada en la mano;
No te encierres jamás: ya no hay nada inseguro;
No temas enfrentarte de cerca con tu adversario:
Con tu martillo Thor, en su furia, Mata a los gigantes;
El que no tiene miedo no necesita tener un arma larga;
Pon la vela en lo más alto cuando sople la tempestad,
Pues es el momento verdadero en que el mar está de fiesta;
¡Cobarde el que se oculta! Merece la muerte:
Sería mejor naufragar en seguida.
¡Qué abordo mujer alguna sea admitida por ti jamás!
Basta con que a las mujeres se las corteje en la tierra:
Siempre nos engañan con sus aires seductores,
Y sus hermosos cabellos son una trampa para nuestros corazones.
Bebe vino sin exceso, si se te antoja:
En el mar un paso en falso puedo costarte la vida;
Si algún traficante te pide socorro ¡Que te pague una retribución!
¡Y acuérdate siempre que los bienes de aquí abajo pertenecen a los valientes!
¡Y acuérdate siempre que los bienes de aquí abajo pertenecen a los valientes!
Reinas por la espada, de la cual el oro no es más que tu esclavo;
El destino decidirá cuál será tu parte del botin;
Aparte de eso, no hay; ningún juego de azar: el honor; te lo prohíbe.
Si se trata de combatir,
Si se trata de combatir,
Un vikingo tiene que tener el entusiasmo de cuatro personas,
Nunca echar marcha atrás, vencer a toda costa,
Correr hacia el peligro y, si es necesario morir,
So pena de ser expulsado de nuestras filas,
La clemencia debe seguir a la victoria en cualquier circunstancia;
El enemigo desarmado quiere ser respetado:
Tratarlo sin consideración, sería una cobardía.
Si quieres hacer un buen papel entre nosotros,
Espera al día siguiente para vendar la herida que te han hecho al combatir:
¡Es un honor para ti!
¡Es un honor para ti!
Esa será tu salvación, dicho de otra forma, tu ley.
Esaias Tegner – La Saga de Frithiof,1820.
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