El camino de los reyes
Cuando era un gran guerrero, resonaban
Los tambores en mi honor.
El pueblo esparcía polvo de oro ante
Los cascos de mi caballo.
Más ahora que soy rey, la gente murmura
a mi paso con disgusto.
Y temo hallar veneno en mi copa, y recibir
una cuchillada por la espalda.
Reluciente concha de una vieja mentira,
Fábula de derechos divinos,
Tú ganaste tu corona por herencia,
Pero la sangre fué el precio de la mía.
El trono que yo obtuve con sangre y sudor,
Por Crom, que jamás lo venderé,
Ni por un valle lleno de oro, ni ante la
Amenaza de los fuegos del infierno.
¿Qué se yo de los usos cultos, del lujo,
de sutilezas y mentiras?
Yo, que nací en una tierra inhóspita
Y que fuí amamantado bajo el cielo.
El lenguaje sutil, la astucia, todo fracasa
Cuando cantan las espadas.
Venid a morir, perros.
Sabed que fuí un hombre,
Antes de ser rey.
Los tambores en mi honor.
El pueblo esparcía polvo de oro ante
Los cascos de mi caballo.
Más ahora que soy rey, la gente murmura
a mi paso con disgusto.
Y temo hallar veneno en mi copa, y recibir
una cuchillada por la espalda.
Reluciente concha de una vieja mentira,
Fábula de derechos divinos,
Tú ganaste tu corona por herencia,
Pero la sangre fué el precio de la mía.
El trono que yo obtuve con sangre y sudor,
Por Crom, que jamás lo venderé,
Ni por un valle lleno de oro, ni ante la
Amenaza de los fuegos del infierno.
¿Qué se yo de los usos cultos, del lujo,
de sutilezas y mentiras?
Yo, que nací en una tierra inhóspita
Y que fuí amamantado bajo el cielo.
El lenguaje sutil, la astucia, todo fracasa
Cuando cantan las espadas.
Venid a morir, perros.
Sabed que fuí un hombre,
Antes de ser rey.
Robert E. Howard
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