sábado, 2 de noviembre de 2013

Heimskringla

Alexander Deruchenko
«Los islandeses, en su largo invierno, eran muy aficionados a escribir, y fueron, y todavía son,  excelentes calígrafos. A esta circunstancia debemos lo que perdura de la historia de los reyes del norte y de sus antiguas tragedias, crímenes y heroísmos. Los islandeses, parece, no sólo dibujaban hermosas letras en su papel o pergamino, sino que eran laudablemente observadores y deseosos de precisión, y nos han dejado una serie de relatos, sagas,incomparables por su cantidad y calidad entre naciones rudas; la Historia de los Reyes del Norte de Snorri Sturluson está construida sobre esas viejas sagas, y tiene mucho fuego poético y mucha discriminación en su tarea de examinar y de cotejar; bien editada, provista de mapas exactos, de resúmenes cronológicos, etc, podría considerarse u no de los grandes libros históricos de la tierra.». Carlyle, hacia 1875.
La Heimskríngla consta de dieciséis biografías de reyes y abarca unos cuatro siglos de historia; Noruega, Suecia, Islandia, Inglaterra, Escocia, Dinamarca, la Península Ibérica, Sicilia, Rusia y Palestina figuran. Se habla de Jorvik (York); de Bretland (Gales); de Nörvesund (Gibraltar); de Serkland (Tierra de Sarracenos), que puede ser España o Argelia o el Asia Menor; de Blaaland (Tierra Azul, Tierra de Negros), que es Africa; de Miklagard (Gran Castillo, Constantinopla); de Seaxland (Tierra de Sajones), que es Alemania; de Valland, que es la costa occidental de Francia; de Gardariki, que es Rusia; de Vinland, que es América. Pese a la vastedad que surge de la enumeración anterior,la Heimskringla no es la epopeya de un imperio escandinavo. Hernán Cortés y Pizarro conquistaron tierras para su rey; todas, o casi todas, las empresas de vikings fueron individuales. Al cabo de un siglo, los escandinavos que se establecieron en Normandía, y le dieron su nombre, habían olvidado su idioma y hablaban en francés. Los vikingos devastaron las costas de Europa -un pedido especial, A furore Normannorum libera nos, «líbranos del furor de los hombres del norte», fue agregado a las letanías-, pero fundaron reinos en Irlanda, en Inglaterra, en Normandía, en Sicilia y en Rusia.Monumentos de esa terrible expansión son unas pocas piedras rúnicas y unos pocos sonidos; siete afluentes del Dnieper llevan aún nombres escandinavos. Inversamente, suelen encontrarse en Noruega monedas griegas y árabes y cadenas de oro y otras alhajas traídas del Oriente. En el primer códice de la obra escrito a mediados del siglo XIII- falta la primera página. La segunda empieza con las palabras Kringla heimsins, que significan «la redonda bola del mundo». Por eso el códice fue llamado Kringla Heimsins o Kringla o Heimskringla. Dos palabras casuales quedaron como título de la obra, dos palabras que, sin embargo, sugieren la vastedad de su ámbito. Sólo dos de las dieciséis biografías perduran in extenso; de las otras catorce quedan resúmenes; hechos por mano ajena, que adolecen de algún error. Snorri, en el prólogo, declara su propósito de referir no sólo la historia, sino también las leyendas de su nación. Agrega: «Aunque no sepamos qué verdad hay en estas dos últimas, tenemos la certidumbre de que hombres viejos y sabios las tuvieron por verdaderas.» Expresa que entre sus materiales figuran las composiciones de los escaldos y justifica así su criterio: «Había escaldos en la corte de Harald Harfagr y la gente sabe de memoria sus poemas, y los poemas sobre todos los reyes que desde entonces han reinado en Noruega. Nuestra historia se funda en los poemas que se recitaron delante de los reyes o de sus hijos, y aceptamos como verdadero lo que nos dicen de sus proezas y batallas. Es costumbre de los escaldos alabar la persona a quien se dirigen, pero nadie se hubiera animado a atribuir a un rey proezas de notoria falsedad, porque ello hubiera sido burla y no elogio.»
 Jorge Luis Borges




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